CARACTERÍSTICAS DE LA ATENCIÓN



Si no estuviésemos dotados del mecanismo de la atención nuestra mente se hallaría sumergida en un vasto mar de estímulos, nuestros sentidos se desbordarían de información que no podría ser procesada, es por ello que necesitamos de un mecanismo que controle dicho procesamiento estructurando la actividad humana.


Podríamos destacar las siguientes características de la atención como las más importantes:



    Amplitud.



Esta característica hace referencia a la cantidad de información a la que podemos atender al mismo tiempo y al número de tareas que podemos realizar simultáneamente.




    Intensidad.



Es innegable que todos sentimos alguna vez la sensación de estar más o menos atentos, a esto se le denomina intensidad de la atención o tono atencional. Puede definirse entonces como la cantidad de atención que le prestamos a un objeto o tarea y está directamente relacionada con el nivel de vigilia y alerta de un individuo. Pueden producirse variaciones en la intensidad denominadas como fluctuaciones de la atención (al descenso de la intensidad de la atención se le denomina “lapsus de atención”. Los cambios de atención pueden ser cortos y transitorios denominándose “cambios fásicos”, cuando son largos y relativamente permanentes se denominan cambios tónicos.